24 de junio, día mundial del exalumno y la exalumna de Don Bosco
La Asociación de exalumnos de Don Bosco es el monumento visible del agradecimiento de los hijos al padre por la "educación recibida".
Los exalumnos han recibido los cuatro mejores regalos que un padre puede hacer a sus hijos: una casa, una escuela, una iglesia y un patrio. Son las cuatro realidades donde se forman y crecen las personalidades equilibradas, sanas y maduras.
La fuerza de estos cuatro regalos han hecho posible que la Asociación mundial de exalumnos sea centenaria. La permanencia en el tiempo se debe básicamente a que estos cuatro regalos satisfacen las necesidades fundamentales de todo ser humano (fisiología, seguridad, afiliación, reconocimiento y Auto realización en Cristo).
El hecho de que la educación salesiana no se limite a contenidos y fórmulas, sino que responda a las necesidades básicas de la persona es lo que genera el milagro del agradecimiento eterno al padre de los jóvenes en la persona de los salesianos.
Los exalumnos no somos un grupo de escolares sobresalientes organizados por un grupo de salesianos celosos y fieles a Don Bosco, no. Somos mucho más que eso. Somos una asociación que nació de las fuerzas generadoras, transformadoras y rejuvenecedoras de un carisma, el carisma salesiano.
El gesto de visitar al padre el día de su onomástico, fiesta del nacimiento de Juan Bautista, y obsequiarle un juego de tazas de café constituyó un acto muy sencillo, pero a la vez muy profundo.
Los hijos con este gesto le indicaban al padre: sabemos que estaremos en tus pensamientos y oraciones cotidianas, que tú también estarás siempre presente en nuestras vidas, nuestros hogares, en nuestros proyectos, en nuestra forma de ser cristianos y ciudadanos, en nuestros compromisos y hasta en nuestras luchas por ser santos como tú. La comunión con el Señor y contigo hace fuerte las Uniones locales, las federaciones y toda la Confederación mundial de exalumnos. Hoy te decimos desde los cuatro puntos cardinales: "¡Seremos hombre y mujeres de comunión!".
Hoy nos comprometemos a vivir en la Unión local, en la familia y en la sociedad la solidaridad que nos pediste que viviéramos siempre al interno de la Asociación y fuera de ella.
Y como signo de nuestro sí al Señor, a María Auxiliadora y a ti, haremos todos los días la Oración-Promesa del exalumno como gesto de nuestra entrega a la misión salesiana y de la Iglesia.
¡Don Bosco, gracias por ser un padre para todos!
P. Jose Pastor Ramirez SDB
Delegado Mundial de Exalumnos de Don Bosco