JÓVENES: DON BOSCO
TIENE NECESIDAD
DE USTEDES”
Entrevista al Rector Mayor de los Salesianos
A tres años de su elección como Rector
Mayor, ¿cuáles son sus impresiones respecto
a la Congregación y a la Familia
Salesiana?
Me permito decir, sin ánimo triunfalista, que
la primera gran sensación es: Dios sigue
queriendo el carisma de Don Bosco y de
nuestra Familia Salesiana para el bien de los
jóvenes del mundo.
Recorriendo las 62 naciones que he podido
visitar hasta el día de hoy en estos años,
sigo maravillándome cada día de todo el bien
que se hace, a veces incluso a pesar nuestras
limitaciones. Pero el Señor sigue haciendo
tanto bien gracias a la Familia
Salesiana y a tantos jóvenes que dan tanto
de sí mismos en las obras. Entonces, esta
es una primera certeza y créanme que a lo
largo de estos tres años no solamente no la
he puesto en duda, sino que la he confirmado
más todavía.
Al mismo tiempo, me atrevería a calificar la
mente marcha de la Congregación y de la Familia
Salesiana como un camino de gran serenidad
en el que nos seguimos preguntando qué
hemos de hacer para seguir respondiendo
con fidelidad, pero en un contexto de gran
serenidad.
Y cuando digo serenidad no digo comodidad,
no digo en absoluto querer estar instalados
en una zona de confort, al contrario, nos seguimos
animando vez por vez, visita tras visita,
para responder con gran valentía a
esta llamada a la fidelidad que el Señor nos
sigue haciendo, especialmente en su Iglesia
a través, por ejemplo, de las llamadas valientes
que hace el Papa Francisco.
¿Cuáles son los desafíos de hoy para los
educadores y pastores de corazón salesiano?
Creo que un gran desafío sigue siendo el que
tuvo Don Bosco en su tiempo:
¿cómo hacer para que, por medio de la educación, nuestros
muchachos y muchachas sean real-mujeres y hombres preparados para
la vida y profundamente creyentes?.
Este binomio que es tan salesiano —“Buenos
cristianos y honrados ciudadanos”— encierra
todo: encierra una mirada sobre la mujer y el
hombre de hoy, una mirada acerca de los derechos
humanos, una mirada respecto de la
justicia social, una mirada de cómo educamos
para este mundo de hoy de modo que nuestros
jóvenes no estén instalados en el confort
y en su propia seguridad, sino con una
finísima conciencia de que su vida tiene sentido
profundo cuando es para los demás y
para servir a otros allá donde cada uno encuentre
que Dios le llama para estar.
El Señor tiene necesidad de ustedes, mis queridos
jóvenes; Don Bosco tiene necesidad de
ustedes; los jóvenes que vienen detrás tienen
necesidad de ustedes.
Lo creo profundamente.
Don Ángel Fernández Artime
Rector Mayor
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